Con la playera del PAN o con la camisa tricolor bien puesta, el diputado de Reynosa, Alberto Lara Bazaldúa ha sido una figura polémica dentro del sindicalismo de las maquiladoras, en donde logró tomar el poder en disputa a sangre y fuego, respaldado -según fuentes periodísticas-, por un fuerte poder bélico…

Cuando Alberto Lara era un novato, se enlistó a las filas del Partido Revolucionario Institucional (PRI), en donde lo acogió Ángel Tito Rodríguez Saldívar, fundador del Sindicato Industrial Autónomo en Plantas Maquiladoras de Reynosa (SIAMAR), aquí aprendió a trabajar y ver a favor de su partido.

Pero con la muerte de Ángel Tito Rodríguez Saldívar en 2008 y la ejecución de su sucesor natural, José Piña Ortega, en diciembre del mismo año, la sed de poder de Alberto Lara despertó de manera descomunal: buscó la dirección del gremio, pero sin suerte porque la gente se lo impidió.

Años después se alió con su primo hermano Hugo Martínez Lara, quien buscó el mando y fue bien recibido, sin embargo, luego de unos años frente al gremio, Alberto Lara, quien se mantuvo dócil durante la conquista, lo traicionó: respaldado por un poder bélico impuso su mandato -relatan las crónicas-, y su primo se vio obligado a dejar sus raíces, amigos, familiares y su liderazgo sindical, si no quería terminar como José Piña Ortega: ejecutado…

Rápidamente, en las mieles del poder a Alberto Lara se le acusó en los medios de comunicación de viajar a distintas partes del mundo, adquirir propiedades y vehículos de lujo con el dinero de las cuotas sindicales: beneficios a los que antes de ser dirigente le eran imposibles de obtener.

Otro de las acusaciones recurrentes contra Alberto Lara es que con el dinero del SIAMAR financió parte de las campañas priístas, pues era conocedor de los beneficios que eso le traería si sus amigos ganaban las elecciones. Según medios locales, lo mismo pasó cuando Baltazar Hinojosa era candidato a la gobernatura, sin embargo, al poder llegó Francisco Javier García Cabeza de Vaca entonces su acérrimo enemigo…

Tras el fulmínate triunfo del panismo, ya sin respaldo del PRI, a Alberto Lara se le comprobó que financiaba campañas priístas y fue removido del cargo, en su lugar llegó Luis Manuel Díaz Martínez, Luis Díaz, por orden oficial del entonces secretario general “A” de la Junta local de Conciliación y arbitraje -en manos del PAN- del Estado, Isidro García Valdez, el 21 de marzo de 2017.

El 24 de marzo de 2017, con la euforia que le brotaba de los poros, Luis Díaz, junto a un grupo de personas, envalentonados tomaron el control del SIAMAR y denunciaron ante la Prensa las andanzas de Alberto Lara que por temor callaban:

“Ganaba 75 mil pesos semanales, cuando nosotros no ganamos eso ni en un año de trabajo, y los viajes corrían por cuenta del sindicato”.

Agrega:

“Se rescató el sindicato de un pillo como Alberto Lara, lo tenía secuestrado. Ellos hablan de que el Gobernador nos está protegiendo, pero si eso fuera no nos hubieran golpeado hace un mes, cuando nos agredieron brutalmente con gentes que Alberto Lara acarreó de las colonias, mariguanos y encapuchados”.

Sin embrago, a un año de estar al frente del gremio Luis Díaz cayó en desgracia, fue apresado por la justicia del Estado porque Olga de Hoyos, una mujer muy polémica y de mala imagen, lo acusó de abuso sexual agravado contra dos de sus hijas menores: Valeria Chávez y Alicia Chávez, quienes eran secretarias de Luis Díaz.

Al verse derrocado, desde el penal, Luis Díaz trató de imponer a su esposa, alegando que él tenía la verdadera toma de nota, pero al final, frente al gremio quedó Heriberto Urbina Flores. Las disputas por la dirigencia del sindicato iniciaron de nueva cuenta, en la escena apareció Alberto Lara dispuesto a cobrar la afrenta y tomar el poder del SIAMAR.

Para ese tiempo, seguidores de Luis Díaz ya acusaban a Alberto Lara de planear el encarcelamiento de su líder sindical, no obstante, nada se le comprobó. Sin embargo, en los medios locales se le señaló de mantener reuniones en secreto con el entonces diputado panista Jesús María Moreno Ibarra, El Chuma, un hombre muy cercano al gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca, quien prometió regresarle la dirección del sindicato, pero si apoyaba a los candidatos del PAN.

De la noche a la mañana, Alberto Lara logró posicionarse como amo y señor del SIAMAR, luego le cambió de nombre por SIAMARM, pues el 31 de agosto de 2018, se le entregó en sus manos la toma de nota que lo acredita como secretario General hasta 15 de octubre de 2022. También las ofensas de su pasado priísta contra el ejecutivo estatal, le fueron perdonadas; les dio la espalda a sus raíces.

A la llegada del liderazgo, a inicios de 2019 en Matamoros, Tamaulipas, el movimiento de Susana Prieto Terrazas surgía a gran velocidad y desestabilizaba a los caciques de la CTM. La lucha que ella y los obreros llamaron Movimiento 20/32 llegó a Victoria, en especial a la planta Aptiv 1, mientras los pleitos entre obreros y el sindicalismo se llevaban a cabo, Alberto Lara se preocupaba por obtener una diputación por el PAN, fue el 9 de febrero de 2019 que se destapó como precandidato:

“Tenemos que aprovechar que hace algunos meses, en una asamblea de la Confederación de Trabajadores de México, se realizó la modificación a la Constitución, permitiendo a sus agremiados participar en cualquier partido político”.

Durante su campaña Alberto Lara se caracterizó por ser un eficaz repartidor de dádivas, con la intención de apareceré en los medios de comunicación a modo y favorecer su imagen, pero todo era falsedad, por ejemplo: en una de las colonias del Distrito 7, les prometió a las familias llenarles el tanque de gas, pero una gran parte se quedó con el recipiente vacío porque solo se repartieron unos cuantos litros, pues el candidato se tomó la foto y se fue, así lo denunciaron los pobladores:

“Pues pasaron avisando que un diputado del PAN, que nos iban a dar gas y mira nos dieron puro pinole… qué nos esperamos cuando estén en la silla”.

A pesar de las acusaciones el día de las elecciones los panistas arrasaron con los curules en el Estado y Alberto Lara se posicionó como diputado presidente de la Comisión de Trabajo y Seguridad Social. Pero mientras disfrutaba las mieles del poder, la bronca de las maquiladoras maduraba y frente a los obreros de Ciudad Victoria apareció la dirigente de las maquilas, Dolores Zúñiga Vázquez y en Matamoros Susana Prieto Terrazas.

En febrero de 2020, la mujer que luchaba por los intereses de los trabajadores en Ciudad Victoria denunció públicamente a Alberto Lara, presidente de la Comisión de Trabajo y Seguridad de intervenir en los pleitos de los trabajadores para favorecer a los empresarios, por lo que días después, según su testimonio fue amenazada de muerte por un sujeto:

“Buenas tardes compañeros trabajadores, hace un momento vino un joven a mi casa a decirme que le baje de huevos porque me va cargar la chingada. Así me dijo, que no ande difamando al diputado del PAN Alberto Lara porque le puede pasar algo a mi hijo; nomás que, si le hacen algo a mi hijo que se asegure de acabar primero conmigo, porque si para defender a los trabajadores soy una perra, qué será por mi hijo…”.

En cambio, Susana Prieto Terrazas, aunque no tiene el gusto de conocerlo mantiene una disputa con el diputado, a quien cada vez que puede lo acusa de crear cuentas falsas a nombre de Susana Prieto Terrazas, para hacerles ver a los trabajadores de Reynosa que son amigos, pero ella lo describe como un ser inescrupuloso:

“No conozco al hombre, me parece un ser inescrupuloso y tengo derecho a opinar lo que yo quiera respecto de él”.

Ahora Alberto Lara aparece en redes sociales con sillas de ruedas, televisores e iniciando construcciones en obra negra, como diputado del PAN, y se le ve muy activo en busca de ganar seguidores porque quiere la candidatura a la Alcaldía de Reynosa, sin embargo; su negro historial lo persigue a todo momento…