Todas las mañanas don René Torres Flores, velador de la Universidad de Matamoros, […]
Todas las mañanas don René Torres Flores, velador de la Universidad de Matamoros, que tenía 70 años de edad, recibía muy amablemente a los alumnos y catedráticos de las instalaciones mientras se tomaba un café y te animaba con palabras como:
“Que tengan un bonito día. Suerte”
“Ánimo, ya es viernes”
“Ya mero es hora de irnos”
“Échale ganas”
“Otro día más, ánimo”.
Con el pelo canoso por el pasar del tiempo, su piel arrugada que representaban las experiencias vividas y con una sonrisa discreta, pero con gran alegría, Don René trabajaba incansablemente y daba lo mejor de sí para cumplir sus deberes, pues cuando las personas ajenas a la universidad se estacionaban en un lugar donde no debían y le tocaba supervisar, rápido se encargaba de que todo volviera estar en orden.
Siempre fue respetuoso con sus compañeros de trabajo y compartió muchos momentos de alegría y pláticas interesantes mientras se fumaba un cigarro.
Y aunque siempre le gustó fumar, jamás lo hizo con algún alumno o catedrático, ya que sabía eso era poco ético, fue de esa manera que se ganó el respeto y la admiración de sus compañeros de trabajo.
Es por eso que Santos Castillo y Liz, ex alumnos de la Universidad de Matamoros exigen una placa con su nombre en la caseta de guardias donde era su lugar de trabajo y donde el 30 de diciembre de 2022, fue encontrado sin vida tras sufrir un gran infarto mientras cumplía con su deber.