Siguen aterrorizados Mario Cedillo Infante, alcalde de Guerrero, Coahuila, 8 funcionarios y un menor de edad que fueron secuestrados en […]
Siguen aterrorizados Mario Cedillo Infante, alcalde de Guerrero, Coahuila, 8 funcionarios y un menor de edad que fueron secuestrados en la carretera federal 2, conocida como La Ribereña, tramo Nuevo Laredo-Guerrero, posiblemente por Erick Humberto Rodríguez Hernández, El Negrolo, de la Tropa del Infierno, cuya gente incendió a Nuevo Laredo, cuando fue capturado.
Desde octubre ya nada es igual para el alcalde Mario Cedillo, su esposa Ana Lilia Jiménez Zamora y su pequeño hijo Mario, de 12 años de edad. Vivieron horas de angustia privados de su libertad, siempre con la amenaza de matarlos y con fuego, desaparecerlos.
Ahora que son libres el alcalde y su cabildo, pero traumados para toda su vida, se truenan los dedos para acusar a El Negrolo de privación ilegal de la libertad, porque los abogados de la Fiscalía ya les dijeron que el secuestro ni se da, porque, jamás pidieron rescate a sus familiares por sus vidas.
El Alcalde, Mario Cedillo y los otros nueve que fueron prisioneros de El Negrolo, ahora desconfían de las autoridades, porque viven en un pueblo pequeño, que fácilmente en venganza, los narcos pueden arrasar y matar a sus habitantes.
La historia tiene su inicio en septiembre, cuando el Alcalde Mario Cedillo de Guerrero, Coahuila, fue invitado para participar en el Tianguis de Pueblos Mágicos 2022, cuarta edición, que comprendía del 11 al 14 de octubre en el estado de Oaxaca.
El director de Turismo, Pedro García Macías, organizó, hizo la lista
de participantes del Cabildo, como Enrique Cervera López, su esposa Azucena Martínez Arena; la regidora Beatriz Adriana Trejo Meza, su esposo Bernardo Ramírez de Luna; la secretaria de Pedro García, Aidé Solís Guevara y el secretario particular del Alcalde, Mainor Estuardo Barrera.
Después de la clausura de actividades en Oaxaca, la comitiva encabezada por el Alcalde Mario Cedillo, regresó acompañado por sus colaboradores en dos camionetas, tomaron carretera en Tamaulipas con destino a Coahuila, cuando en la noche fueron perseguidos por vehículos que hacían señales con sus fanales.
Tras notar la persecución por el comando, el Alcalde Mario Cedillo y quienes iban con él, alertaron por celular a sus familias de lo que estaba pasando:
“Vienen dos camionetas con hombres fuertemente armados, nos dispararon”…
Después, se perdió toda comunicación durante aproximadamente 14 horas, por eso es que las personas que recibieron las llamadas de auxilio, denunciaron por teléfono en las corporaciones policíacas de Tamaulipas y Nuevo León.
Fue el sábado 15 de octubre, tiempo que tenía como gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal Anaya, cuando la Secretaría de Gobierno de Coahuila confirmó la desaparición de Mario Infante y colaboradores, pero horas después de que se pensaba que los rehenes habían muerto, aparecieron sanos y salvos:
“He sido informado por el Fiscal General de Coahuila, Gerardo Márquez, que el alcalde Mario Cedillo y las personas con las que viajaban por Tamaulipas han sido liberadas”, publicó Miguel
Riquelme, gobernador de Coahuila en twitter.
De hecho, cuando el alcalde Mario Cedillo llegó a su ciudad, se pudo observar en un video, estalló en llanto, abrazó a una señora que parecía ser su mamá a la que se unió su esposa. Desde entonces ya nada es igual para Guerrero, Coahuila, nada.
Días después de los hechos, Mario Infante declaró ante el Agente del Ministerio Público, pero se desmoronó al recordar la pesadilla sufrida, la diligencia se interrumpió y se acordó que luego regresara, pero presuntamente dio las características que corresponden a El Negrolo, como el autor de la privación ilegal de la libertad.
A Erick Humberto Rodríguez Hernández, El Negrolo, le pusieron el dedo, a bordo de su camioneta, junto con uno de sus gatilleros, cuando se estacionó para entrar a su casa en calle Hidalgo y Guadalupe Victoria colonia Hidalgo en Nuevo Laredo, Tamaulipas (donde vivía Juan Gerardo Treviño, El Huevo), cuando un piquete de soldados en su vehículo, se estacionó detrás y pronto los pusieron fuera de combate.
Sin hablarse, los militares actuaron rápido, coordinados, a El Negrolo lo bajaron de la camioneta encañonado, lo desarmaron, esposado lo subieron en su unidad boca abajo, el otro gatillero (cuyo nombre se desconoce), fue despojado de su cuerno de chivo, cateado, inmovilizado y puesto al lado de su amigo.
De inmediato los militares emprendieron la retirada, mientras uno de los discretos halcones, avisó por celular que los guachos agarraron a El Negrolo y fue así como a las 04:30 horas del 28 de noviembre, Nuevo Laredo fue sitiado y otra vez incendiado.
Desde las sombras, La Tropa del Infierno se desplegó por diferentes puntos de la ciudad buscando a El Negrolo para rescatarlo, a su paso en potentes camionetas disparaban sus cuernos de chivo, bloquearon calles con camiones, vehículos disponibles que alarmaron a los pacíficos habitantes, cuya ciudad ardía.
En tanto los elementos de la Sedena llevaron a Erick Humberto Rodríguez, El Negrolo, al aeropuerto, luego abodaron el avión a la Ciudad de México, donde fue puesto a disposición de la Fiscalía General de la República (FGR) en tanto en Nuevo Laredo, estaba la guerra.
La Sedena instaló filtros de seguridad y emprendieron recorridos de vigilancia, junto con la Marina, Guardia Nacional y Estatal que se sumaron a los filtros instalados en el tramo carretero aeropuerto y carretera Anáhuac; carretera a México II y carretera Anáhuac, así como el tramo carretero México II y carretera Monterrey a Nuevo Laredo.
El Presidente Andrés Manuel López Obrador durante La Mañanera confirmó la detención de un líder de la delincuencia organizada en Nuevo Laredo y que hubo reacciones, pero sin decir El Negrolo, apodo fácil de recordar.
La información oficial de la Sedena indica que El Negrolo está relacionado con actividades delictivas como el tráfico de drogas, de armas y personas, extorsión, secuestro y homicidios, pero no de desapariciones forzadas ¡sopas!
Luego que el 14 de marzo, cuando detuvieron al jefe de la Tropa del Infierno, Juan Gerardo Treviño Chávez, El Huevo, además de incendiar Nuevo Laredo, Tamaulipas, secuestró a militares y sus familias, dañó instalaciones de Sedena y el Consulado de Estados Unidos de Norteamérica en Nuevo Laredo, pero sin denuncias penales.
Pero ahora, los únicos que pueden acusar a El Negrolo es el Alcalde, Mario Cedillo, su esposa, hijo y su equipo de trabajo, 10 testigos en total, pero todos ellos tienen miedo, porque fueron liberados y los amenazaron:
“Si denuncian, los matamos”.
Desde su liberación por El Negrolo y su gente, el Alcalde Mario Cedillo, su esposa, su hijo y colaboradores, sufren de pesadillas, ya nada es igual para ellos, ni para Guerrero, Coahuila.