Hay una canción de Juan Gabriel que dice más o menos así: “Pero qué necesidad, para que tanto problema, no […]
Hay una canción de Juan Gabriel que dice más o menos así:
“Pero qué necesidad, para que tanto problema, no hay como la libertad de ser de ir de estar así sin penas…”
Es que en realidad ninguna culpa tiene el gobernador Francisco García Cabeza Vaca de ser embarrado por la pareja hedentina que a fuerza quiere llevarse a como dé lugar la Presidencia Municipal de Matamoros.
El gobernador Francisco García Cabeza de Vaca sabe y sabe muy bien que gran parte de sus penas y los amargos momentos que ha pasado en Matamoros se los debe a la pareja hedentina, porque tienen una lujuria maldita por el poder, ella quiere ser alcaldesa y él quiere el poder, abajo y arriba de la cama.
Ambos con su actitud llena de ambición y perversidad se han peleado con todo lo que su vista alcance: con reporteros, con líderes de colonia, con sus empleados y hasta con los propios panistas que ya no aguantan el abuso de este matrimonio ciego por acumular riqueza.
La pareja hedentina es la que con su mal trato a las personas ha hecho que el gobernador pase vergüenzas, cuando los que debían de avergonzarse son ellos por su deshonestidad, arrogancia y el saqueo al que han sometido a las instituciones donde a fuerza tienen el poder de facto.
Esa misma pareja hedentina fue la que demandó en el IETAM al periodista Alejandro Mares por “violencia de género”, esa misma pareja es la que ha a usado a sus empleaos hasta la ignominia para que maltraten a colonos y reporteros por eso el gobernador en vez de sentirse bien en Matamoros, es cuestionado y exhibido como un hombre que no le ha cumplido a nuestra ciudad, cuando quienes han acaparado el poder son esta pareja. Todo se llevaron: rectoría de la Universidad dad Tecnológica, Conalep, Desarrollo Economico, Sebien, Salud, Junta de Aguas y hasta las siglas del PAN burlándose así de los panistas buenos, honrados y honestos a los que el pueblo siempre ha querido pero que ahora han sido subyugados por esta dupla carentes de escrúpulos y de valores.
¿Pero qué necesidad? -cantaría Juan Gabriel- el gobernador Cabeza de Vaca debe saber que toda esa animadversión que recibe en Matamoros se la debe a la pareja hedentina y a nadie más, ellos son los culpables. Y si tiene duda gobernador pregunte a su gente con claridad y ellos le dirán la verdad. Usted estará de acuerdo en que ellos nada más son ellos: tienen síndrome narcisista.
El gobernador lo sabe y lo sabe muy -diría él mismo- que aquí en Matamoros hay gente que lo quiere y hay panistas que lo admiran pero hay soberbios como la pareja hedentina que le cultivan enemigos y disfrutan cuando lo cuestionan los reporteros, esos reporteros a los que ese par ha maltratado y ofendido.
Independiente de que el gobernador tenga su estilo y sus enemigos políticos allá en el gobierno central, aquí en Matamoros hay panistas y ciudadanos que reconocen sus logros, lo quieren y lo quieren bien, solo que la pareja hedentina que se hace pasar como su otorrinolaringólogo creyendo ser los oídos, nariz y garganta de él, le consiguen malquerientes; pero ellos nada más son dos y esta tierra Heroica, es mucho más que ellos.
Matamoros es la casa de todos y si huele mal no es solo porque la ciudad esté llena de aguas negras e inmundicias que brotan por las alcantarillas, más bien es porque la pareja hedentina avienta chisguetes de pudrición y al gobernador no tienen porque embarrarlo de suciedad.
Si a la pareja hedentina le gusta hacer política que se vaya a Brownsville a hacerla allá para eso son ciudadanos estadounidenses, a ver si allá con una torta de pan duro y su soberbia ganan el poder y disfrutan sus lujos rociados de lujuria.