A Oliver Valle Cuadra le encantaba vivir, disfrutaba la compañía de sus amigos en Morelia, siempre dispuesto a ayudar, adoraba a su mamá Adriana, pero su amiga Eva María Salgado Cedeño lo mató de un balazo en la cabeza, lo ocultó en una caja de cartón, lo roció de gasolina, le prendió fuego, tranquilamente lo sepultó y huyó muy campante.

En todo Michoacán impactó la saña del homicidio, porque Oliver era caballeroso, educado, respetuoso, solidario y mucho más, cualidades difíciles de encontrar en un joven de 26 años de edad, al que Eva lo privó de la vida, de sus sueños, esperanzas de casarse y bendecir con hijos a su mamá Adriana.

Eva, que muy dentro de ella adora a El Diablo, al tatuar su imagen en la espalda, saliendo de sus glúteos con su cara malévola y cuernos retorcidos, como su mente, prefirió matar a Oliver que devolver 100 mil pesos, que le prestó para sacarla de un apuro económico de la caja de ahorros, que abrió en su trabajo en la secretaria de finanzas de Morelia.

Vivía Oliver rodeado de amigos y amigas, se solidarizaba con ellos por eso tenía muchos seguidores; cuando estudiaba en la Universidad Vasco de Quiróga en Morelia, allí conoció a Eva María y la amistad siguió cultivándose.

Sentía Oliver estimación por Eva, en los mensajes de WhatsApp, siempre estaba dispuesto a ayudarla, como a todos con los que se juntaba, incluso la visitaba en su casa en Las Camelinas.

Era un emprendedor Oliver, le gustaba viajar, la naturaleza, visitó Yucatán, Puerto Vallarta, México, cuyas fotos subía a su Facebook y muchas veces con sus amigos, fue tema de conversación, porque era muy extrovertido.

En diciembre de 2021, Oliver le estuvo diciendo a sus amigos, que allí en su trabajo crearía una caja de ahorros, con la intención de que todos se beneficiaran a fin de año, por eso en enero de este 2022 comenzó.

La caja de ahorros de Oliver estaba teniendo éxito, así que su amiga Eva al darse cuenta como dentista, que participaban muchos amigos en común, comenzó a decir que tenía problemas con los clientes porque pedían fiado.

Luego le confió a Oliver que supuestamente tenía problemas con la renta, con la renovación del equipo odontológico, que encareció el instrumental, que le prestara y luego lo devolvería cuando se recuperara.

Sin pensarlo, Oliver le prestó en pequeñas cantidades hasta que la cuenta comenzó a subir a 100 mil pesos y los plazos de pago nunca llegaban, por eso tuvo que cobrar tomando en cuenta que ya era diciembre y sus amigos, ilusionados esperaban su dinero.

Como Oliver le empezó a decir a Eva que estaba decepcionado de ella, ni cara tenía para negarle a sus amigos que el 19 de diciembre, fecha que liquidaría el dinero, había desaparecido, le daría mucho vergüenza que le dijeran ratero.

Por eso Eva, el 17 de diciembre por celular, citó a Oliver para pagarle en el BBVA Estadio, donde lo tuvo esperando por casi dos horas con un “ya voy para allá”, hasta que finalmente llegó, le pidió que subiera a su camioneta Van para ir a casa de su tío ,que le prestaría los 100 mil pesos, allá por el poblado Joya de la Huerta, de Morelia.

Confiado Oliver, subió a la camioneta llegando al domicilio del tío en salida Quiroga de Morelia, se estacionaron en la cabaña, luego descendieron del vehículo, pero Eva le pidió que esperara fuera, mientras recibía el dinero.

Allí, Oliver comenzó a tener miedo, le llamó a un amigo mandándole la ubicación en vivo por su celular, luego a Adriana a la que le comunicó su miedo:

-Mamá estoy a la salida de Morelia, en Quiroga, con Eva que está dentro de la casa, tengo miedo porque llevó aquí mucho rato, me van a pagar un dinero pero no veo a nadie. Estoy muy preocupado, me tienen en una cochera.

Esas fueron las últimas palabras de Oliver, en tanto Adriana su mamá, estaba aterrorizada, comenzó a llamar por teléfono a los amigos que conocía de su hijo para ver si alguien conocía el lugar, hasta que se decidió a ir con la policía en busca de ayuda.

Los días comenzaron a transcurrir, Eva se encontró amigos mutuos de Oliver que la interrogaron:

-Si le pagué a Oliver en la casa de mi tío, pero él no quiso que lo llevara a su domicilio, tomó un taxi y se fue.

Pero a otros amigos en común, les relató que a Oliver lo había llevado a su consultorio para pagarle, pero terminó por decir que era demasiado acoso y que la dejaran tranquila porque había gente que la defendería, en tanto la policía nunca dio con su paradero.

Los amigos de Oliver comenzaron a publicarlo en las redes sociales, pidiendo ayuda para su localización, incluso protestaron en el edificio del Gobierno del Estado, en la Catedral pidieron a Dios que se los regresara sano y salvo, pero nada.

Por alguna razón desconocida, fue hasta el 28 de diciembre cuando un Juez a petición del Fiscal, autorizó un cateo en Joya de la Huerta, que luego de varias horas, el binomio canino K-9 detectó una excavación cubierta por un bloque de cemento.

El perro comenzó a escarbar, por lo que los agentes policíacos con palas y picos desbarataban la placa, fue cuando en el ambiente comenzaron a inundar los olores fétidos, descubrieron restos humanos carbonizados y pedazos de cartón.

El Fiscal de Michoacán, Adrián López Solís, dijo que Oliver fue asesinado de un balazo en la cabeza, el cuerpo fue expuesto a fuego directo, por eso el Juez de Control, obsequió la orden de aprehensión contra Eva María Salgado Cedeño, última persona que lo vio:

“Se pidió apoyo con la búsqueda y detención de la probable responsable a las instituciones homologas del país, además se tramitó ante el Instituto Nacional de Migración, la correspondiente Alerta Migratoria y se hizo la petición ante la Dirección General de Asuntos Policiales Internacionales e Interpol,  solicitud de ficha roja”.

Firmó Adrián López, el Acuerdo de Ofrecimiento de Recompensa, por un monto de 100 mil pesos -paradójicamente lo que debía a Oliver-, para quien aporte datos y faciliten la aprehensión de Eva María Salgado Cedeño, a la que tuvieron a su disposición por mínimo 10 días y nunca interrogaron.