Por Matamoros, Tamaulipas, llegaron los primeros 120 deportados en el nuevo mandato de […]
Por Matamoros, Tamaulipas, llegaron los primeros 120 deportados en el nuevo mandato de Donald Trump, presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, pero solo les permitieron cambiar sus dólares y aprisa, pero nadie informó a dónde iban, así, como si fueran delincuentes.
Justamente alrededor de las 09:00 horas del 21 de enero, llegaron tres camiones procedentes del centro de repatriación, ubicado a menos de un kilómetro del Puente Nuevo Internacional, asignado desde hace varios años, dentro del Programa Repatriación Segura y Ordenada, conocido por la gente de Matamoros como deportados.
Las personas probablemente todos del sexo masculino, llegaron vestidos con el uniforme blanco que reciben en los centros de internamiento de Estados Unidos y otros con ropa de civil en un autobús de Estados Unidos.
Luego se hizo el cambió de transporte por un Turi Star, prácticamente en el área nacional, las autoridades de la Guardia Nacional, nuevos custodios, les permitieron a los mexicanos expulsados, pero ya en territorio mexicano, es decir por Matamoros, salir a comprar a una tienda de conveniencia y cambio de moneda, oficialmente se desconoce a dónde serán trasladados.
En medio del hermetismo de las autoridades mexicanas y estadounidense, dos de los deportados brevemente, porque tenían prohibido conversar, dar sus nombres y fotografiarse, dijeron que son originarios del estado de Puebla, que llevaban días (sin recordar cuántos) en el Centro de Internamiento, hasta que hoy 21 de enero, se procedió a la repatriación:
“Fui arrestado por un accidente en Nueva York, me llevaron detenido y ahora me trajeron para acá”.
Luego de hacer algunas compras en tiendas de conveniencia cercanas al Puente Nuevo Internacional, justo donde se hace la salutación en las Fiestas Mexicanas del Alcalde de Brownsville, Texas y Matamoros, Tamaulipas, los repatriados abordaron los autobuses Turi Star, que los trasladarían a otras entidades del país.
Bajo un hermético dispositivo de seguridad, encabezado por la Guardia Nacional, los deportados tuvieron solo unos minutos para cambiar sus dólares a pesos, algunos buscaban una manera de comunicarse con sus familiares ya que sus chips de comunicación no funcionan en territorio mexicano.
En tres camiones abandonaron Matamoros para emprender el camino a sus hogares y tratar de recomenzar en territorio mexicano, pero se desconoce dónde, como si en territorio nacional cometieron algún delito.
Así, ante la declaración de emergencia en la frontera por parte del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal, aseguró que la entidad está preparada, para enfrentar los cambios migratorios que se presenten.
Señaló en su momento el Gobernador, que la palabra emergencia en la frontera, tiende a ser ambiguo.
Por su parte, el Alcalde José Alberto Beto Granados, habilitó un refugio temporal en el antiguo estadio municipal de Matamoros, para atender a las personas deportadas de Estados Unidos, espacio a la intemperie, con una temperatura actual de 5 grados Celsius, tiene una capacidad al aire libre para albergar hasta tres mil personas, considerando que al menos 884 mil mexicanos que viven de indocumentados en Estados Unidos (cifras de Judith Arrieta, Cónsul de México en Brownsville), podrían ser repatriados en los próximos días.
En una reciente reunión, autoridades y organizaciones civiles dedicadas a apoyar a las personas deportadas y migrantes, acordaron que el personal del Instituto Nacional de Migración (INM), serían los responsable de trasladar a las personas deportadas desde el Puente Internacional hasta las instalaciones del refugio, ubicadas en la colonia Práxedis Balboa en Matamoros, pero por hora no se utilizó por las bajas temperaturas.
El refugio estará vinculado al programa Procedimiento de Repatriación al Interior de México (PRIM), que permitirá que diariamente al menos 140 personas sean enviadas en vuelos desde Matamoros hacia diferentes puntos del país.
Uno de los oficiales de la Guardia Nacional, discretamente, dijo que cada camión transportaba 40 indocumentados de Estados Unidos, por tanto serían 120, pero las caras de nuestros connacionales se veían, tristes y abatidos.