En Tamaulipas solo se oyen los berridos del gobernador panista Francisco Javier García Cabeza de Vaca y de sus empleados los diputados locales, luego de salir a la luz pública, en un reportaje estelar de la revista Proceso, parte de la carpeta de investigación que lleva a cabo la Fiscalía General de la República (FGR).

García Cabeza de Vaca siempre soñó con ser la sorpresa de Mexico, con la grande, con la Presidencia de la República, pero nunca se imaginó que a dos tercios de su mandando como Gobernador panista de Tamaulipas sus enemigos lo iban a encuerar y a dar corral, hasta dejarlo arrinconado bajo la amenaza latente de caer en manos de la justicia.

La investigación federal que se le sigue a él, a su esposa Mariana Gómez y a sus hermanos Ismael y José Manuel, por lavado de dinero, desvío de recursos públicos y enriquecimiento inexplicable, entre otros, los someterá a la justicia.

Lo mismo que a Francisco García Juárez “El Paco”, uno de sus más cercanos lacayos, que desde la coordinación de comunicación social le ayudó a desviar miles de millones de pesos en los últimos años, y que ahora por decisión de Ismael, está apestado y advertido de que será uno de los primeros sacrificados para retardar la acción de la justicia federal en contra del gobernador.

El hecho de que la revista Proceso haya tomado la serie de acusaciones contra García Cabeza de Vaca, indica una secuela clara de el mal manejo que le dieron al presupuesto de Comunicación Social, el que usaron para su propio beneficio y por órdenes del gobernador, vía Paco García Juárez golpear al presidente, Andrés Manuel López Obrador, y de paso a los alcaldes de Ciudad Madero, Adrián Oceguera y Matamoros, Mario López, asi como contra sus acérrimos enemigos políticos Carlos Canturosas Villarreal, Leticia Salazar Vázquez y Maki Ortíz por mencionar a algunos.

Ante esta situación el gobernador García Cabeza de Vaca, se convirtió en foco de atención combatiendo -al igual que Tomás Yarrington en su tiempo- al “gobierno central” mismo que ahora lo combate a él pues lo están obligando a que justifique su enorme fortuna y las enormes propiedades que le detectaron en Tamaulipas, Ciudad de México y otras en Estados Unidos de América, donde también lo investigan.

La fuerte presión del “poder central” -como el le llama al gobierno federal- era uno de los motivos por los que el reynosense tenía prisa por independizar al Estado de Tamaulipas de la Federación con la denominada Alianza Federalista, solo que el tiempo se le acabó y las autoridades empezaron a integrarle el grueso expediente en el que obran delitos fiscales, delitos de operaciones con recursos de procedencia ilícita y desvío de recursos públicos.

A nivel Estado el gobernador García Cabeza de Vaca gozaría de impunidad, pues el poder legislativo, que debería ser el contrapeso a un gobernador ambicioso e insaciable como él, está compuesto por sus cómplices como Arturo Soto Alemán, Juanita Sánchez, Héctor Escobar, Imelda San Miguel, Gerardo Peña Flores, Ivett Bermea, y muchos más, que nunca han cuestionado las cuentas públicas del mandatario porque en éste sentido solo fungen como instrumentos de represión y venganza de su jefe en contra alcaldes que le estorban y él a cambio les permite hacer negocios por el Estado a costillas del presupuesto.

Toda esa red de corrupción y saqueo que se concreta en Tamaulipas, desencadenará muy pronto una larga lista de órdenes de aprehensión entre las que seguramente estará la de la secretaria de finanzas María de Lourdes Arteaga, el director administrativo de la UAT, su primo Hugo Guerra, diputados que le han servido durante muchos años, constructores y empresarios que han sido parte fundamental para que Francisco García Cabeza de Vaca se haya hecho inmensamente millonario con los recursos de los tamaulipecos.

Ahora que García Cabeza de Vaca está en boca de todos -siguiendo exactamente la misma trayectoria de Tomás Yarrington, exgobernador de Tamaulipas preso en Estados Unidos de América por delitos similares- es preciso recordar el lema de Tomás cuando osó desafiar al “gobierno central” queriendo ser presidente de la República: “Si es bueno para Tamaulipas es bueno para México”; en cambio el de Francisco es: “Tamaulipas, la sorpresa de México”.

Aún y cuando los señalamientos de corrupción contra García Cabeza de Vaca son certeros el responde cual inmaculada ave del paraíso:

“Sobre lo que publica @proceso, desconozco la veracidad de la investigación en mi contra. La información revelada es falsa y se ha manipulado para crear apariencia de delitos. Lo reitero: estoy a disposición de la autoridad para aclarar cualquier especulación sobre mi patrimonio”.

Aún así, García Cabeza de Vaca se Tambalea como gobernador panista de Tamaulipas donde sus fuertes enemigos como el todo poderoso Ricardo Monreal Avila, líder del Senado de la República, permanentemente reclama su cabeza.