En su humilde vivienda, sin un arbolito de Navidad, ni esferas, ni foquitos […]
En su humilde vivienda, sin un arbolito de Navidad, ni esferas, ni foquitos de colores, ni luz, los hermanitos Lupita y Chuy de 8 y 7 años de edad, se quedaron esperando a Santa Claus que se extravió, nunca dio con la comunidad de Palo de Lima, municipio de San Lorenzo, Texmelucan, región Sierra Sur en Oaxaca.
Los hermanitos que se portaron bien durante el año, esperaban un regalo en su casa de revoque, pero fueron mordidos por un murciélago silvestre, que los infectó de rabia en vísperas de Nochebuena, están tan dormidos, que los acaban de declarar con muerte cerebral en el Hospital General Aurelio Valdivieso.
La mamá de los hermanitos está inconsolable, le pidió a Dios con todas sus fuerzas que los salvara, la pequeña María de 2 años de edad, también mordida por el murciélago le llegó el milagro, la acaban de reportar como asintomática, responde favorablemente a reflejos externos y ya inició su esquema de vacunación.
El caso se registró en la primera quincena de diciembre, cuando la mamá, los tres hermanitos y su abuelo se encontraban dentro de su casita, irrumpió un enorme murciélago revoloteando y al tratar de sacarlo fueron heridos.
Entre mordeduras y rasguños, el murciélago salió de la vivienda, sin embargo producto de las heridas recibidas, los primeros síntomas se manifestaron más tarde, ingresaron al hospital y se dieron cuenta que estaban infectados de rabia.
Rocío Arias Cruz, directora del Hospital General, dijo que Lupita infectada con rabia en el estado de Oaxaca, el 27 de diciembre, fue declarada con muerte cerebral, pues sigue sin responder a los estímulos primarios, permanece con ventilación artificial en el área de cuidados intensivos.
Otro de los pacientes pediátricos, Chuy, está bajo observación pero podría tener el mismo desenlace que su hermanita:
“En la mayoría de los casos de rabia por contagio en humanos, tienen como desenlace, la muerte”.
La madre de los menores, es atendida por el área de cuidados paliativos.
Sostuvo la doctora Rocío Arias que los contactos de los pacientes pediátricos, mamá y abuelo, ya están vacunados, por lo que descartó casos similares, pero es muy triste que dos pequeños tengan muerte cerebral.