Mientras ocupaba un puesto de alto rango en la Secretaría de Seguridad Pública Federal, Genaro García Luna, hombre de toda confianza del expresidente Felipe Calderón, recibió millones de dólares en sobornos del Cártel de Sinaloa, para que la droga entrara en territorio norteamericano sin problemas, aseguró el juez Richard P Donoghue.

El hambre de poder despertó en Genaro García Luna, cuando le impidieron pertenecer a la Policía Judicial Federal, donde reprobó el examen de admisión junto con su amigo Edgar Milián Gómez en los 80.
Para ese tiempo la relación de México con Estados Unidos estaba tensa, el entonces presidente Miguel de la Madrid Hurtado, había ordenado desmantelar la Dirección Federal de Seguridad por estar involucrados con el narcotráfico y en el asesinato de Enrique Kiki Camarena, agente de la DEA.

En su lugar creó la Dirección de Investigación y Seguridad Nacional (Disen) y ordenó a Jorge Carrillo Olea, un especialista en espionaje, que a su vez le encomendó a su subalterno Jorge Enrique Tello Peón, reclutar personal para la nueva institución de investigación.

Apenas Genaro García Luna era pasante de ingeniería mecánica por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), cuando se acercó a esta institución para formar parte, el joven fue acogido sin experiencia alguna más que las bases de su ingeniería.

Dentro del Cisen a Genaro García Luna lo encausaron a intervenir comunicaciones, era un tipo torpe y tartamudo, sus compañeros le apodaban La Metralleta por su forma de hablar. Según ellos, intervenir llamadas telefónicas era su único mérito. Al paso del tiempo, estuvo a cargo de vigilar las guerrillas en México: en la época de Carlos Salinas de Gortari en donde el Disen pasó a ser el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen).

Con la detención de El Chapo Guzmán en 1993, personal del Cisen a su mando, operó de forma permanente en 1996 en las instalaciones del penal Puente Grande Jalisco, dedicaban su tiempo a analizar llamadas telefónicas de los internos y del personal, colocaron micrófonos ocultos por todas partes hasta en las visitas intimas de los internos.

En la administración de Ernesto Zedillo, este joven tartamudo, originario de la Ciudad de México, llegó a ser uno de los hombres cercanos a Jorge Eriques Tello Peón, que lo convirtió en coordinador general del Cisen.

Para ese tiempo El Chapo Guzmán, El Texas y El Güero Palma conformaban una hermandad, llamada Los Tres y cometían sin fin de excesos que era imposible de ocultar. Todos los reportes tuvieron que haber pasado por las oficinas del Cisen, en el penal y obvio por Genaro García Luna.

Ya con vasta experiencia, Genaro García Luna pasó a formar parte de la Policía Federal Preventiva (PFP) y al final del sexenio de Ernesto Zedillo lo nombraron Coordinador de Inteligencia para la Prevención.

Mientras que Genaro García Luna escalaba en la cúpula del poder, al mismo tiempo El Chapo Guzmán afianzaba su poder en la mafia. Y a la llegada de Vicente Fox a la presidencia de la República, a Genaro García Luna, lo nombraron director de la desprestigiada Policía Judicial Federal (PJF) que tiempos después le cambiaran el nombre por la Agencia Federal de Investigación (AFI).

Para el 19 de enero del año 2001, El Chapo Guzmán se fugó del penal con toda impunidad y con el aparato gubernamental a su favor. Luego de este hecho agentes de la PJF al mando de Genaro García Luna se encargan de la vigilancia del Penal y de buscar hasta la zona norte a El Chapo Guzmán, todo era una farsa, era uno de sus principales protectores.

Para ese tiempo los criminales de Sinaloa, encabezados por Juan José Esparragoza, El Azul, los hermanos Beltrán Leyva, El Mayo Zambada y El Chapo Guzmán, conformaron la Federación. Y para el año 2002 en una junta con sus socios en Monterrey, Nuevo León, El Azul planteó una guerra contra los narcotraficantes de Nuevo Laredo, pues ya gozaban de la protección del subprocurador de la PGR Gilberto Higuera Bernal y del AFI al mando de Genaro García Luna.
Esta guerra dejó una mancha de sangre en Tamaulipas, aquí fue donde Edgar Valdez Villareal, La Barbi hizo aparición en el mundo del narco a las órdenes de los Beltrán Leyva.

Sin embargo, fue a la llegada de Felipe Calderón cuando Genaro García Luna y sus protegidos consolidaron el poder. Según declaraciones de Jesús El Rey Zambada, en febrero de 2019 en el juicio contra El Chapo Guzmán en la Corte Federal de Brooklyn, el primer soborno a Genaro García Luna fue para que ubicara en Culiacán a un tipo llamado el comandante Higueras, fiel a Ismael El Mayo Zambada.

El pago se produjo en un restaurante en 2005, aquí Jesús El Rey Zambada le entregó tres millones de dólares en una valija. Después en 2007 le volvió a entregar cinco millones más cuando era secretario de Seguridad Pública con Felipe Calderón.

Las maletas llenas dinero, era la manera en que el tenebroso jefe policíaco cobraba los sobornos millonarios a los capos del cartel de Sinaloa, para que los dejara trabajar con toda impunidad en territorio nacional.

También Arturo y Héctor Beltrán Leyva, Gerardo Álvarez El Indio y Édgar Valdez Villarreal, La Barbie, le entregaron 50 millones de dólares a Genaro García Luna y comprar así protección para su célula del cártel de Sinaloa.

Esta protección la denunció la periodista Anabel Hernández, en su libro Los Señores del Narco, donde relata contundentemente:
“La actual guerra contra el narcotráfico emprendida por la administración del presidente Felipe Calderón es tan falsa como la del gobierno de Vicente Fox. En ambos casos la “estrategia” se ha limitado a brindar protección al cártel de Sinaloa. El garante de la continuidad, de esa protección ha sido el tenebroso jefe policíaco Genaro García Luna, actual secretario de Seguridad Pública Federal, y su corrupto equipo de colaboradores, así lo comprueban irrefutablemente los expedientes inéditos que aquí se muestran.

Hombres cercanos a Genaro García Luna, dicen que llegó a afirmar que no había otra salida más que dejar que El Chapo y su gente, operara libremente para que pusiera orden.
Por eso la mañana del lunes 9 de diciembre, la Administración de Control de Drogas (DEA) en Nueva York y Houston, el Departamento de Policía de la Ciudad de Nueva York (NYPD) y Policía del Estado de Nueva York (NYSP).

El fiscal de los Estados Unidos para el Distrito Este de Nueva York, Richard P. Donoghue dijo:

“El arresto de hoy demuestra nuestra determinación de llevar ante la justicia a quienes ayudan a los cárteles a infligir daños devastadores en los Estados Unidos y México, independientemente de los cargos que mantuvieron mientras cometían sus crímenes”.

Pero su relación con el narcotráfico no fue la única que cimbró su carrera policíaca ya que en su negro historial, está la captura de la ciudadana francesa, Florance Cassez y su novio Israel Vallarta a los que presentó en cadena nacional como líderes de la banda de secustradores: Los Zodiacos. Después se descubrió que todo fue un farsa orquestada por Genaro García Luna y su gente.

A pesar de eso la pareja fue vinculada a proceso y sentenciada. Hasta que en 2013 intervino el gobierno francés y la Suprema Corte de Justicia atrajo el caso. Determinó que las autoridades mexicanas fabricaron pruebas, usaron la tortura para obtener declaraciones por lo que ordenó la libertad de la francesa. Mientras que Israel Vallarta sigue preso y sin sentencia.

Durante esta época el Zar Antidrogas de México y hombre de confianza de Estados Unidos, el subprocurador José Luis Santiago Vasconcelos, acusó públicamente a Genaro García Luna de proteger a los hermanos Beltrán Leyva, cuando eran socios del Cártel de Sinaloa, pero esas declaraciones ni lo tambaleaban en su momento.

Otro, de los Policía Federal a su cargo protagonizaron una balacera contras sus propios compañeros en la terminal 2 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y para justificar la muerte de dos agentes durante el enfrentamiento la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) dijo que el operativo fue contra dos traficantes de cocaína.

Otro de los montajes es el caso Tres Marías en donde dos agentes de la CIA y un agente de la Armada de México fueron tiroteados por policías federales, hechos que la embajada de Estados Unidos de Norteamérica calificó como una emboscada, pero la Secretaría de Seguridad Pública Federal lo negó. Ahora espera en prisión su sentencia y de ser culpable Genaro García Luna pudiera tener cadena perpetua o 10 años de prisión.

Mientras que su ex jefe Felipe Calderón, asegura:

“Estoy conociendo por redes sociales la versión del presunto arresto de Genaro García Luna. Desconozco detalles y estoy pendiente de la información que confirme el hecho, como de los cargos que, en su caso, se le imputen. Mi postura será siempre en favor de la justicia y la ley”.