Casualmente el juez Arturo Baltazar Calderón, tres días después de las votaciones para […]
Casualmente el juez Arturo Baltazar Calderón, tres días después de las votaciones para elegir autoridades del Poder Judicial, decidió sentenciar a Oscar Chávez Alvarado, a 50 años de prisión por feminicidio pero olvidó decir a los familiares, que también le impuso una multa económica.
Oscar Chávez, con una sonrisa cínica, todavía burlándose de la familia, ofreció en los tribunales por el crimen cometido contra su pareja María Concepción Galmiche Martínez, Conchita, una propiedad valorizada en 480 mil pesos aunque todavía ni está liquidada en su totalidad, para que le redujeran la mitad de la condena, pero el Juez la desestimó.
El caso cobró notoridad porque Oscar condujo a Conchita a su casa en la colonia Infonavit-Los Ángeles, un día después de cumplir 33 años de edad, seguido por su hijastro Junior de 10 años, pero lo dejaron atrás y se encerraron en la casa.
Oscar la golpeó, le enterró un cuchillo de cocina cuando meno 15 veces en diferetes partes del cuerpo mientras Conchita gritaba auxilio y su hijo Junior, intentó abrir la puerta a puñetazos sin conseguirlo, pidiendo para que alguien lo ayudará, sin obtener respuesta.
Momentos después se abrió la puerta y Oscar le dijo a Junior su hijastro:
“Pásele, tu mamá te está hablando”, para enseguida huir corriendo, mientras el menor entró y vio a su mamá tirada en el piso en medio de un charco de sangre:
-¡Mamita, qué te hizo! -el niño le acariciaba la cara tiernamente con sus manitas, sus lágrimas brotaban-.
Conchita, abrió la boca para hablarle a Junior, pero nunca pudo, la vida se le fue, mientras su hijo estallaba en llanto y salía corriendo de la casa para gritar que lo ayudaran, porque su mamita tenía muchos agujeritos en el cuerpo.
Los hechos ocurrieron un nueve de diciembre de 2023 en la casa conyugal, propiedad de Oscar Chávez, ubicada en calle Ángeles y Serafines de la colonia Infonavit-Los Ángeles, de donde se escapó.
Si a la Fiscal de Distrito en Matamoros, Romeli Alvarado Martínez, a la que insistentemente se le relaciona con gente poco grata y los agentes del Ministerio Público y la Policía de Investigación, conocieran el trauma de Junior, inmediatamente atraparían a Oscar Chávez, pero las respuestas que daban a doña Josefa Martínez Hernández, mamá de Conchis, cuando le llamaron por teléfono para exigirle que se callará o sería la próxima:
“Ni se asuste doña, es gente que juega, sin tener qué hacer”.
Allá en su casa, Junior solo veía a los ministeriales, pegado a las piernas de su abuela Josefita, mientras decía atemorizado:
“Guelita, el asesino si sabe que aquí vivimos, en la noche va a venir por nosotros”.
Como los ministeriales ni caso les hacían, doña Josefa y su familia se programaron para protestar debajo del Puente Internacional Los Tomates, pero en zona urbana, los Ministeriales se presentaron para disuadirlos bajo amenaza de detenerlos por obstruir área federal, cuando se trataba del Municipio.
La Fiscalía de Justicia en Tamaulipas, publicó una recompensa de 100 mil pesos para el que lo capturara, siendo efectiva el 24 de abril de 2024, allá en San Luis Potosí, pero allí empezó el suplicio para doña Josefa, porque el juez aplazaba las diligencia para pruebas, testigos.
Luego Oscar Chávez, quería que le redujeran la pena, porque ya le había dicho los internos del Penal de Santa Adelaida que le darían todo el peso de la ley, porque a familia como lo había visto en cartulinas mínimo querían 50 años de prision.
Pero eso se le ocurrió ofrecer un terreno para que le redujeran la pena, pero doña Josefa, indignada se contuvo de lanzarle un escupítajo y ahora, solo está satisfecha, de que el asesino de su hija Conchita, Oscar Chávez se pudra en prisión.