La ciudad de Matamoros se encuentra sumida en una crisis eléctrica que está […]
La ciudad de Matamoros se encuentra sumida en una crisis eléctrica que está dejando una profunda huella en la vida cotidiana de sus habitantes. Lo que antes eran simples interrupciones en el suministro de energía ahora se han transformado en apagones prolongados que afectan tanto a los hogares como a los negocios, especialmente a los restaurantes, que se enfrentan a serias dificultades.
Enrique Delgado Blanco, líder de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), ha expresado su preocupación por la situación, destacando que los efectos van más allá de simples inconvenientes. Señala que la falta de energía pone en peligro la infraestructura crítica y la economía de la ciudad en su conjunto.
Los restaurantes son uno de los sectores más afectados por estos cortes de energía. No solo sufren la pérdida de alimentos perecederos debido a la falta de refrigeración, sino que también se ven obligados a incurrir en gastos adicionales para reparar o reemplazar equipos esenciales como los refrigeradores. Delgado destaca la vulnerabilidad de los componentes electrónicos de estos equipos y el alto costo que implica su reemplazo, lo que supone un aumento significativo en los costos operativos para los negocios del sector.
La raíz del problema parece residir en la falta de transformadores, lo que ha llevado al cierre de negocios durante períodos que superan las 48 horas, lo que se traduce en pérdidas financieras considerables para los empresarios locales.
Ante esta situación, Delgado hace un llamado urgente a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para que intensifique sus esfuerzos en el mantenimiento y mejora de la red eléctrica de la ciudad. Solo así se podrá mitigar esta crisis que afecta a todos los sectores de la sociedad matamorense.
Desde la Canirac, se insta a las autoridades a actuar de manera inmediata para abordar esta situación crítica y prevenir daños futuros que podrían ser aún más devastadores tanto para los habitantes como para la economía local. Es imperativo que se tomen medidas urgentes para garantizar un suministro eléctrico estable y confiable que permita el funcionamiento adecuado de los negocios y la vida diaria de los ciudadanos.