Siempre Eleazar Cartas Sánchez, estuvo para servir a los ciudadanos desde la Policía Preventiva y luego en la Secretaría de Seguridad Pública hasta que murió anhelando regresar enfundado con el programa Camino Seguro a la Escuela que tanto amó y derramó lágrimas de impotencia cuando junto con más de 300 de sus compañeros fue despedido por la entonces alcaldesa panista, Leticia Lety Salazar Vázquez.

De hecho, Lety nunca supo que Eleazar Cartas siendo un adolescente, tuvo la fortuna de saludar a Gerald Ford, presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, junto con su papá don Alfonso Cartas y sus hermanos, todos ellos pertenecientes a la marimba Lira Tehuana de Matamoros, Tamaulipas.

Durante 15 años consecutivos, Eleazar Cartas, estuvo al frente del programa Camino Seguro a la Escuela en Seguridad Pública, cuya finalidad era prevenir accidentes en la población estudiantil y evitar las “pintas” de los alumnos en las secundarias, hasta que Lety lo destruyó.

Desde niño, a Eleazar le apodaban Tatay, a sus amigos siempre les ocultó el significado, aunque alguna vez entre carcajadas, dijo que batallaba para decir su nombre, por eso cuando le preguntaban, así contestaba.

Cartas, como le decía la mayoría de la gente que conocía, fue a la escuela primaria Crispín Mainero, luego a la Secundaria Federal 3 (hoy General 3) y después a la prepa Juan José de la Garza.

Era muy extrovertido Cartas con toda la gente que lo rodeaba, de hecho desde pequeño siempre estuvo dispuesto a ayudar, valores morales inculcados por su papá don Alfonso y su mamá, a su corta edad, tenía el don de conciliar, aunque algunas veces se le salía el otro yo, cuando la razón no entraba.

Por eso es que siendo un jovencito, vestido con su traje típico mexicano cuando saludó de mano al Presidente de los Estados Unidos, le dijo en español con una sonrisa franca, propia de un matamorense vivaracho:

“Muchas gracias por recibirnos en Washigton”.

El presidente le dijo a uno de sus ayudantes que tradujera lo que el pequeño Cartas, le dijo, al obtener la respuesta sonrió y después fue el primero en ponerse de pie allí en La Casa Blanca, cuando la marimba interpretó Cielito Lindo al son de la marimba Lira Tehuana.

El tiempo quiso que Cartas, al egresar de la prepa llegara a la entonces dirección de Seguridad Pública, donde trabajó durante poco más de 21 años de servicio, pero antes allí en el roll de la Álvaro Obregón, conoció a Leticia Macías.

Así que al paso del tiempo le cantó:

—“Ton’s qué… ¿vamos a andar de novios?”

—Sí.

Fue uno de esos sí emocionantes, contaría después Cartas entre sus amigos y así, con el paso de los años nacieron su adoración Paulette, Eleazar y Magda, que ahora ya crecidos, adultos, llegarán al velorio de su papi en la Funeraria Escobedo.

Cartas siempre entró en las disputas para tranquilizar, pero además para regañar a sus compañeros cuando lo merecían, sin tener rango, la mayoría de las veces le decían comandante sus compañeros.

Atrás quedaron los contratos para tocar la marimba en San Antonio, McAllen y diversas ciudades de Texas, más cuando falleció don Alfonso, su papá.

Así, Cartas ya en su patrulla, con sus compañeros o solo, organizaron el programa Camino Seguro a la Escuela, donde esos niños, ahora adultos, cada que se lo encontraban lo saludaban con mucho gusto.

Pero además, con su facilidad de palabra, pronto también lo comisionaron para acompañar y proteger a los Mr Amigo, a los Huéspedes Distinguidos de Matamoros, a las reinas y reyes del Festival del Mar.

Así se tomó fotos con el pianista argentino Raúl di Blasio, Lucero, entre otros artistas de renombre, pero también perteneció al Comité de Prevención de Conductas Infantiles y Juveniles Antisociales de Matamoros, que impartían cursos sobre las actividades que desarrollaban las dependencias municipales, estatales y federales para coordinarse en todo.

Por eso fuera de la corporación, cuando se trataba de ayudar a una persona, inmediatamente se comunicaba, se metía aquí y allá hasta lograr el objetivo y todavía jugaba softbol y beisbol.

Pero también sufría y lloraban con el equipo de sus amores: El América, fue el hombre más feliz con su equipo de apodo Las Águilas, ligaron tres veces consecutivas el campeonato del futbol mexicano.

Todavía en el festejo de su cumpleaños 64, el 23 de diciembre estaba feliz, diciendo en tono de broma, que Las Águilas, le habían dado el regalo anticipado de Navidad, que lo había visto todo y ya podía descansar en paz y justo el 2 de enero, se sintió mal, le sobrevino un paro cardíaco.

Lo llevaron a la Funeraria Escobedo donde lo velaron sus familiares, en tanto esperaban la llegada de sus hermanos e hijos, procedentes de otros estados, aunque a Eleazar Cartas lo van a cremar, seguramente allá en el cielo le están dando la bienvenida sus padres, con don Alfonso, esperando que le ayude a tocar la marimba Lira Tehuana.