Por un acuerdo entre el Alcalde Mario Alberto López Hernández, La Borrega y el secretario de playas de Turismo en Tamaulipas, Víctor García Echavarría, reabrieron la playa Bagdad, al destrabar la pereza entre la cesada secretaria de Turismo en Matamoros, Maxine Anahí Amaro González y continuarla su sucesor Manlio Antón Villar Martínez, que provocó la debacle económica en ese sector.

La playa Bagdad con todas medidas sanitarias por el Covid-19, se abrió a partir del próximo 2 de junio, de lunes a viernes con horario de 9 de la mañana a 20 horas, permitiendo la entrada mínima de 10 mil personas, igual que todas las playas de Tamaulipas.

Javier Quintar Gómez, presidente de los Prestadores de Servicios Turísticos de la playa Bagdad, A.C., con Roberto Lorenzo El Gallito Ramos y una comitiva, conscientes que el azote del Covid-19 mermó el movimiento económico, supieron de la reapertura gradual, por un correo electrónico pero que la entonces secretaria de Turismo, Maxine Amaro, decidió borrar.

Por eso Javier Quintanar y su comitiva, responsabilizan del desplome económico a Manlio Villar, sustituto de Maxine Amaro, que les dijo que Coepris, la Secretaría de Salud y Turismo de Tamaulipas cerraron la playa, así que acudieron a Ciudad Victoria, se entrevistaron con el personal de las dependencias mencionadas y los reenviaron a Matamoros, porque quedó a criterio de la administración municipal, la reapertura total después de Semana Santa.

La comitiva de Javier Quintanar, al entrevistarse con el Alcalde en palacio municipal, dudó pero, de allí llamó por teléfono a Víctor García, que le envió vía electrónica, el oficio de reapertura gradual de la playa después de Semana Santa y más ahora que estamos en semáforo verde sanitario, así, se reabrirá el acceso pero con medidas sanitarias impuestas por el Secretario de Turismo de Matamoros.
Todo empezó cuando se reunió el Comité Estatal de Seguridad en Salud, antes de Semana Santa, donde establecieron los lineamientos de seguridad sanitaria, así como de salud, para la reapertura gradual y responsable de las actividades económicas no esenciales para contener la pandemia.

En lo que correspondía a playas, ríos y balnearios, en torno al acuerdo firmado por Gloria Molina Gamboa, secretaria de Salud en Tamaulipas, quedó plasmado que estaba a consideración de Turismo en el Estado, en este caso, Fernando Olivera Rocha.

Así, el coordinador de playas de turismo Víctor García Echavarría, por instrucciones de su jefe Fernando, envió oficios, tomando en cuenta las medidas sanitarias contra el Covid-19. En Matamoros, lo recibió Maxine Amaro, donde le cedía la decisión de reapertura del balneario porque Semana Santa comprendía del 28 de marzo al 3 de abril y ella mismo solo le notificó a Manlio, por ser el administrador de la playa.

Floja como ella sola, Maxine Amaro, obligó a trabajar horas extras al coordinador de playa Bagdad Enrique Castellanos Lam, pese a que estaba de vacaciones, lo condicionó a laborar, hasta que lo reventó y justo el 26 de marzo sufrió una embolia en el balneario.

Actualmente Enrique Castellanos sigue enfermo con la mitad del cuerpo paralizado y el municipio se hizo responsable de los gastos médicos, por eso Maxine Amaro, con apoyo de su padrino Alejandro Villafañez, el entonces titular de Secude en ese momento (hoy virtual regidor con Morena), convenció a La Borrega, de que aceptara la renuncia para evitarle problemas.

A la renuncia de Maxine Amaro, ese mismo día de inicio de Semana Santa, llegó Manlio Villar, director de playa Bagdad, el que La Borrega había corrido por perezoso, al frente de Limpieza Pública Municipal.

De esa forma Manlio Villar, -que la misma Borrega lo colocó en ese lugar por su amistad con su mamá Sonia Martínez del Villar (qepd)-, dijo que terminando Semana Santa la playa sería cerrada, porque la actividad no era esencial por el Covid-19, hasta que la Secretaría de Salud en Tamaulipas ordenara lo contrario, sin importarle la actividad económica en el balneario.

Todavía se volvió a reunir el Comité de Salud en Tamaulipas y volvieron a insistir en que la apertura de la playa Bagdad, quedaba a criterio del Secretario de Turismo en el Estado, por eso en Matamoros Manlio Villar decidió reabrir solo viernes, sábado y domingo con anuencia del Alcalde, de 10 de la mañana a 18:00 horas, con medidas sanitarias.

Los Prestadores de Servicios de playa Bagdad se empezaron a tronar los dedos, puras pérdidas, lo que nada se vendió en tres días, se echaba a perder, por eso se mostraron inconformes, peor se puso la cosa, cuando uno de los inspectores de la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Copris), le comentó a Javier Quintanar, que había orden del Secretario de Turismo en Tamaulipas, que los balnearios abrieran toda la semana y no 3 días como en Matamoros.

Se reunieron los Prestadores de Servicios de playa Bagdad, Javier Quintanar formó un comité que a mediados de mayo, se presentó con Manlio Villar, pero este para quitárselos de encima, porque lo obligarían a trabajar, los envió a Coepris.

La comitiva de Javier Quintanar en Coepris Matamoros, los recibió el titular Ricardo González, explicando que Manlio Villar era el encargado de decidir si abrían toda la semana, porque en cuestión de salud, el criterio quedó en manos de Manlio, el de Turismo Municipal.

Todavía la comitiva se lanzó a Ciudad Victoria, pero el jefe de Coepris, Oscar Luis Terán Lara estaba en una reunión, así que fueron atendidos por el personal de playas, notificándoles que había un oficio recibido por la Secretaria de Turismo en Matamoros (Maxine Amaro), donde quedaba a su criterio la reapertura diaria con medidas sanitarias.

En la Secretaría de Salud ocurrió lo mismo, solo hay que respetar protocolos de sanidad si querían abrir diario la playa, porque era una atribución del Secretario de Turismo en Matamoros, en este caso Manlio Villar.

La comitiva de Javier Quintanar acordó una entrevista con el Alcalde, así que el lunes 24 de mayo se presentaron en Presidencia Municipal 15 comerciantes de la playa Bagdad y La Borrega se sorprendió, desconocía la situación, así que delante de los demandantes, recibió el oficio de Turismo de Tamaulipas por correo electrónico, donde quedó claro que Turismo Municipal decidía la apertura.

Como si nada, llegó Manlio Villar a la sala de juntas con La Borrega, delante de los Prestadores de Servicios de la playa fue regañado, pero su actitud ni cambió, actúo como si la llamada de atención fuese rutinaria.

Allí mismo, acordó La Borrega que Manlio coordinado con los Prestadores de Servicio, haría los oficios, establecería los horarios, en qué condiciones se abriría el acceso a la playa Bagdad, por eso Javier Quintanar con su gente se fueron felices de Presidencia, con la notificación que en breve sería abierta la playa a diario al público.

A espaldas de los Prestadores de Servicios, Manlio Villar, acostumbrado a la holgazanería hizo el escrito, redactando que la playa abriría diario, pero solo aceptando a 2 mil 500 paseantes de 8 de la mañana a 18 horas volviendo a engañar al Alcalde, diciendo que eso fue lo que se acordó.

El 27 de mayo, en plena efervescencia electoral, cuando lo supo Javier Quintanar y su grupo, enojados acudieron a la Presidencia Municipal, sin localizar a La Borrega, así que hicieron guardia en el restaurante Los Magueyes, de su propiedad.

Tras cuatro horas de espera, un allegado de La Borrega los atendió, porque andaba haciendo los preparativo para recibir al líder nacional de Morena, Mario Delgado, señalando que Manlio Villar nunca habló más con ellos y los trataba de tontos, porque 2 mil 500 personas a la semana, daba lo mismo que abrir solo viernes, sábado y domingo.

Por eso medianamente se hizo el acuerdo de horario de 9 de la mañana a 20 horas, con asistencia de mínimo de 10 mil paseantes a la playa Bagdad, porque los comerciantes argumentaron que era insuficiente, lo ideal sería de 09:00 a 00:00 horas, tomando en cuenta que se acercan las vacaciones de los niños que toman clases por internet y televisión por la pandemia.

Javier Quintanar, aseguró que le prometieron a través de La Borrega, que se enviaron los oficios a Coepris, Salud y demás autoridades, solo era un protocolo y hasta Manlio por teléfono les dijo para ganar tiempo:

“Solo falta que el lunes 31 de mayo, se publique en el Periódico Oficial de Tamaulipas, para que a partir del 1 de junio se abra la playa Bagdad, porque realmente está en quiebra”.

Sin embargo el 1 de junio nada apareció en el Periódico Oficial, allá en la playa Bagdad a los Prestadores de Servicios, le gente los agarró a carro, de que les jugaron el dedo en la boca, nunca los bajaron, pero la comunidad de poco más 8 mil personas estaban molestos, planeaban una protesta masiva frente en la plaza principal, frente a Presidencia.

Pero la inconformidad cesó al día siguiente, cuando el secretario del Ayuntamiento, Carlos Ballesteros y el Secretario de Turismo, Manlio Villar organizaron una improvisada conferencia de prensa para explicar, que a partir del 2 de junio la playa Bagdad se abriría toda la semana.

Si alguna familia desea reservar su lugar en las cabañas del Municipio, lo podrá hacer a través de la aplicación móvil de Compra Tam, además se prohíbe el ingreso de las bebidas alcohólicas y respetar los protocolos sanitarios, esto con la intención de que los prestadores de servicios, poco a poco tengan ingresos económicos.