En el país todo es burocracia hasta el derecho a ser atendido de alguna enfermedad grave, pasajera o crónica y […]
En el país todo es burocracia hasta el derecho a ser atendido de alguna enfermedad grave, pasajera o crónica y aunque no todas las cosas se arreglan tan solo por tener buena voluntad, de alguna manera se empieza precisamente con voluntad.
Vicente Fox dio el primer paso con su llamado Seguro Popular que ahora con Andrés Manuel López Obrador se llama a partir del uno de enero de 2020 Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi). La norma recién establecida por el ejecutivo es que el aspirante a estos servicios solo deberá de presentar credencial de elector, Curp o Acta de Nacimiento.
Se supone que ya con estos documentos en mano de inmediato el solicitante podrá entrar al mundo de la atención médica sin ninguna restricción porque se verá por enfermos con Sida y hasta con Cáncer.
Todo esto que se ha proclamado por el Gobierno de la República no son solo buenos deseos, es el inicio de una ruta tediosa que de concretarse en la práctica para obtener una buena atención a la salud popular, habrá de transcurrir lo que falta de este sexenio y al menos otro más.
Suena a locura pensar que la atención a los enfermos en México llegue a ser como la de los países del primer mundo, porque cuestan muchísimo dinero los implementos médicos y las medicinas pero si ese es el objetivo de un estadista posiblemente se logre.
Una cosa debe de quedar claro en torno a los cambios que hace este Gobierno Federal y es la intensa manía de quitarles a los que más tienen para darles a los más pobres, adecuando las leyes con miras a asegurar que en el futuro, aun, y no volviendo a ganar la Presidencia de la República los de Morena, les cueste trabajo a los que vienen escatimarle a la gente las concesiones ya ganadas.
Hasta ahora nos han hecho creer que todo lo que se reparte en becas y dádivas a los marginados es parte de lo que se va recuperando en el combate a la corrupción. Desde luego que así como lo hicieron con el huachicoleo de donde aseguran recuperaron más de 60 mil millones de pesos, están buscando hacerlo con las aduanas del país donde ni cuenta llevan de todo lo que se va a los bolsillos de terceras personas, pero no nada más están aduanas, hay decenas de renglones como la condonación de impuestos del SAT a las empresas transnacionales y las concesiones mineras, por citar algunos puntos.
Si el presidente de la República está empeñado en poner al sector salud como prioridad y modelo mundial de atención médica, claro que lo puede lograr porque solo es cuestión de preguntarse cuánto dinero se ha ido a los bolsillos de los gobernantes corruptos, de los 32 estados del país porque no es un secreto que todos se han llevado su gran tajada y algunos muy conocidos han sido procesados no solo en México sino también es Estados Unidos donde incluso les han requisado su fortuna al no poder explicar el origen.
Es frecuente escuchar que no se puede seguir en un modelo económico populista como el de López Obrador, porque el país, en algún momento, mediante la entrega de dádivas se va a ir la quiebra, aunque si nos ponemos a ver la realidad entenderemos que tal vez en la quiebra ya estábamos ante un saqueo incontrolable de políticos sin escrúpulos que no hacían nada por nadie, solamente por ellos y sus familias.
Si el presidente de la República nos promete un seguro social de cobertura general para todo tipo de enfermedades, si es gratis, pues que bueno al fin y al cabo que el dinero que se genera en el país no es de él ni de unos cuantos, es de todos los mexicanos, solamente que para que este sueño se consolide van a tener que pasar al menos dos lustros porque la verdad siendo estrictos hay centros de salud donde todo se han robado, y ya no hablemos de las medicinas: digamos que en algunos no dejaron ni piedra sobre piedra.