Se declararon inocentes Miguel Ángel y Omar Treviño Morales, Los Z-40 y Z-42, de los delitos de crimen organizado que […]
Se declararon inocentes Miguel Ángel y Omar Treviño Morales, Los Z-40 y Z-42, de los delitos de crimen organizado que los acusa Estados Unidos de Norteamérica, solo faltó decir que chismes allá en su Nuevo Laredo, Tamaulipas, que los pasaron a México en una audiencia en la Corte de Distrito de Washington (Distrito de Columbia), el 14 de marzo.
Los Zetas, son los pioneros en formar campos se exterminio en el ejido La Bartolina, kilómetro 15 de la carretera a la playa Bagdad, que Jorge Cuéllar Montoya, secretario ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública y vocero de Seguridad de Tamaulipas, ni lo conoce y nunca escuchó del tema, dicho en entrevista a nivel nacional.
Inventores Los Zetas de grabar a sus enemigos al momento de degollarlos en vivo y colgarlos en los puentes vehiculares para subirlos a Facebook, además inventar el nuevo oficio macabro pozolero, el que reducía a sus rivales cenizas con ácido, incendiarlos con Diésel en tambos de 200 litros, por eso se les comenzó a decir narco-terroristas.
La Fiscalía de Estados Unidos, también los acusa a los Jefes Zetas de tráfico de drogas, de cocaína, blanqueo de recursos y posesión de armas ilícitas.
Ahora Los Zetas irán a un juicio en el que declararán e intentarán probar su inocencia, pero la Fiscalía pedirá cadena perpetua.
Además Los Zetas corrompieron a los gobernadores prianistas Manuel Cavazos Lerma, Tomás Yarrington Ruvalcaba, Eugenio Hernández Flores, Egidio Torre Cantú, Francisco Javier García Cabeza de Vaca y todos los diputados y senadores desde 1999 a 2022, en la nueva administración por el momento hay sospechas del huachicol.
Las deudas del Z-40 de 51 años y el Z-42 de 48 años, con la justicia de Estados Unidos están pendientes desde hace años. A mediados 2024, el Departamento de Justicia de Estados Unidos, hizo pública una nueva acusación contra Los Zetas, en la que los acusaba de seguir controlado el Cartel desde prisión.
En el informe a Los Zetas los acusan de innumerables actos de violencia, como asesinatos, ejecuciones,m secuestros, tortura, cobro de piso, que desde 2003 a la fecha, trafican en México, Guatemala, Venezuela, Colombia y Estados Unidos 45 toneladas de cocaína:
“Tan solo en Estados Unidos ingresaron al menos 14 toneladas de cocaína”.
Los Zetas, Miguel Ángel y Omar, se les señala como responsable de la violencia en México en la guerra contra el crimen organizado, son sanguinarios.
Así, Los Zetas estuvieron detrás de las masacres de San Fernando, ejecutaron a 72 migrantes; los otros 193 migrantes asesinados, carbonizados, sepultados clandestinamente, entre los matorrales.
Allí mismo en San Fernando, los militares dejaron de escarbar por instrucciones “superiores”, dejando pozos semiabiertos, con restos de bebés incrustados en la ahora árida tierra.
También Miguel Ángel y Omar estuvieron detrás de Allende, Coahuila que ejecutaron a 300 ciudadanos; también en el Casino Royale en Monterrey, Nuevo León, donde murieron 52 personas entre un incendio y a balazos.
Por eso cuando era gobernador Cabeza de Vaca, ordenó a Irving Barrios Mojica, Fiscal de Justicia en Tamaulipas, que tratara de evitar denuncias de desapariciones, para no abrir carpetas de investigación.
El diálogo era más o menos así con los denunciantes y el fiscal de turno en Matamoros, Tamaulipas en la época de desapariciones de migrantes.
-¿A Dónde iba su familiar?
-A Veracruz.
-Ah, pues tiene que ir a San Fernando, que es la ciudad más cercana.
Se dirigían los familiares en camión y cuando llegaban a San Fernando, en la fiscalía les preguntaban:
-¿De dónde alió su familiar?
-De Matamoros.
-Entonces tiene que ir a Matamoros, para presentar su denuncia.
-Desconsolados los familiares se defendían:
-Pero de Matamoros, me mandaron aquí a San Fernando.
-Esta mal, es allá.
El caso es que los familiares viajaban a Matamoros y San Fernando o de Reynosa a San Fernando y viceversa o de Nuevo Laredo a San Fernando, por eso terminaban por ya no gastar dinero en denuncias fallidas.
Mientras eso sucedía, muchos de esos desaparecidos forzados, yacían hecho cenizas en tambos de aluminio, incinerados con Diésel allá por la playa Bagdad, incluso hasta apareció un esqueleto completito en la arena, otros tantos quedaron allá por los matorrales del aeropuerto internacional.
Acusa la fiscalía de Estados Unidos a los hermanos Zetas, Miguel Ángel y Omar de asesinar a funcionarios mexicanos, policías y militares, a los miembros del Cartel del Golfo y de los propios Zetas, así como a representantes del Gobierno de Guatemala y parte de sus narcos.
Pero Los Zetas también son acusados de traficar mariguana, de poseer y transportar armas de fuego, incluidos rifles de asalto y de blanquear dinero obtenido de sus actividades ilícitas y de utilizar para ello fachadas en México y Estados Unidos.
El Z-40 fue detenido y su relevo en la estructura del cartel fue hermano Z-42, capturado a su vez en 2015. Ambos capos lograron posponer la extradición por alrededor de una década, gracias a una estrategia legal.
Pusieron en duda su identidad, sus abogados decían que tanto Miguel Ángel como Omar Treviño Morales eran homónimos, confundidos e inculpados injustamente por las autoridades mexicanas).
Los hermanos comparecieron el 14 de marzo ante el juez Trevor McFadden, vestidos con uniforme de presidiarios de color azul y con los pies encadenados.
El juez federal fijó una nueva audiencia en su contra para las 14:00 horas del próximo 13 de junio (tiempo local), por que se declararon inocentes.