A todo pulmón Néstor Valdez les cantaba a los narcos sin imaginar que la noche 16 de julio, un grupo de criminales penetraría la fiesta privada que amenizaba junto a su banda La Acelerada y lo rociaran de balas frente al público.
A todo pulmón Néstor Valdez les cantaba a los narcos sin imaginar que la noche 16 de julio, un grupo de criminales penetraría la fiesta privada que amenizaba junto a su banda La Acelerada y lo rociaran de balas frente al público.
Tirado en el suelo sobre su propia sangre derramada, el grupo armado dio por concluido el trabajo y se retiró al instante.
Néstor Valdez fue auxiliado por los paramédicos de La Cruz Roja quienes lo llevaron al hospital general de Mexicali, Baja California.
Lamentablemente la lucha por salvarle la vida fue en vano, la gravedad de las heridas que presentaba en su cuerpo terminaron con su vida.
Néstor Valdez le debe su popularidad a los narco-corridos como Soy El Pancho, El Primo y Relatos De Mi Vida, los cuales lo colocaron en la mira de los criminales y el público.