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ENTRE NARCOCORRIDOS Y TEQUILA, DIPUTADO CELEBRA FIESTA QUE LO PONE CONTRA LA PARED…

Jorge Edgar Gómez - 11 junio, 2025

Los narcocorridos dedicados al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) retumbaron en una fiesta […]

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Los narcocorridos dedicados al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) retumbaron en una fiesta privada organizada por el diputado local de Movimiento Ciudadano, Luis Octavio Vidrio Martínez, en Tlajomulco de Zúñiga. En pleno festejo de su cumpleaños número 51, el legislador contrató al cantante Chicho Castro, quien interpretó Que empiece el juego, tema que hace alusión directa al grupo criminal y a su líder, Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho.

La fiesta se celebró el 7 de junio, durante la presentación, el artista sirvió tequila a los invitados mientras entonaba letras que exaltaban a la organización delictiva. Las imágenes, reveladas por Milenio TV y el periodista Alex Domínguez, provocaron indignación en redes sociales y medios nacionales.

De acuerdo con algunos reportes de medios de comunicación locales, el evento tuvo un costo superior a los 200 mil pesos, sin contar los honorarios del cantante, cuyo rango de contratación va de 150 mil a 300 mil pesos. En la celebración estuvieron presentes otros legisladores de Movimiento Ciudadano y el alcalde de Tlajomulco, Gerardo Quirino Velázquez Chávez.

La polémica se agravó porque el diputado pertenece al bloque que impulsa reformas para castigar la apología del delito en espectáculos públicos. Su participación en un evento con narcomúsica confrontó de inmediato su discurso político.

Luis Octavio Vidrio Martínez reconoció públicamente que fue un error. En entrevista con Milenio y Telediario, declaró: “Debí haber sido más cuidadoso. Aunque fue un evento privado, se proyectó un mensaje equivocado”. Además, aseguró estar trabajando con sus compañeros legisladores para acelerar las reformas que sancionan contenidos que promueven la violencia.

Tres meses antes del escándalo, el gobernador de Jalisco, Pablo Lemus Navarro, firmó un decreto que prohíbe presentaciones con apología del crimen en eventos con apoyo del Estado. La orden fue acompañada de una iniciativa legislativa presentada al Congreso local.

La fiesta del diputado, lejos de pasar desapercibida, exhibió una incongruencia política y encendió los focos rojos sobre la responsabilidad de los funcionarios en espacios públicos y privados.

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