El sistema educativo de Tamaulipas en manos del nuevo gobierno morenista que encabeza Américo Villarreal Anaya, lo único que tiene asegurado con certeza, en los próximos seis años, es el trabajo para un grupo de vividores del erario, que encabeza Lucia Aimé Castillo Pastor.

La recién nombrada Secretaria de Educación en Tamaulipas, Lucía Castillo, fue Presidenta del Comité Municipal del PRI, de hecho, relevó en 2016 a Carlos Morris Torre, sobrino de El Rey de la Corrupción Egidio Torre.

En esa misma ceremonia, recibió Dámaso Leonardo Anaya Alvarado, el nombramiento de Secretario General en Ciudad Victoria, hermano de Claudia, doctora en Educación Superior Internacional, que acaba de recibir su nombramiento como directora del Instituto Tamaulipeco de Capacitación para el Empleo ITACE.

En el Colegio de Bachilleres de Tamaulipas, COBAT, se nombró como Director General, al Doctor en Ciencias de la Educación Rubén Ely Ramírez Rivas y en el Colegio Nacional de Educación Técnica de Tamaulipas, CONALEP, se designó como Director General al Maestro en Administración de la Calidad, Fernando Arizpe Pedraza.

Para el Instituto Tamaulipeco de Educación para Adultos, ITEA, se hizo el nombramiento como Directora, a la Licenciada en Educación Física, Gloria Guadalupe González González.

Sin embargo la sorpresa se está dando con Julio Martínez Burnes como titular del Consejo Tamaulipeco de Ciencia y Tecnología, COTACYT, Doctor en Patología con raíces priístas, pero inseparable del grupo de poder, del exgobernador panista Francisco Javier García Cabeza de Vaca.

En marzo de 2013, Julio Martínez, fue Subsecretario de Educación Media Superior y Superior, cargo entregado por Diodoro Guerra y fuer allí en donde comenzó a saborear las mieles del poder priísta y sigue cultivándoles.

Desde entonces Julio Martínez se envolvió en casos que riñen con la educación, los más recientes fueron en febrero de 2021, cuando la Auditoria Superior de Tamaulipas, fiscalizaron los recursos públicos y le detectaron anomalías en compras y adjudicaciones directas por varios millones de pesos, pero los estaba disponiendo de COTACYT, justo, donde lo acaba de colocar la administración morenista de Américo Villarreal.

En las investigaciones, de las que se enteró el presidente Andrés Manuel López Obrador, por eso es que a CONACYT lo tenía en la mira, pero además le informaron que Julio Martínez se presentaba a la venta de plazas.

Protegido de Cabeza de Vaca, Julio Martínez evadía responsabilidades, pero resultó que en la Facultad de Veterinaria donde era director, le ofrecieron otro puesto en Morena por eso decidió renunciar para borrar huellas de su pasado.

Pero resulta que a su amiga íntima, Verónica Carbajal, secretaria académica, según ventilaron los portales informativos en las redes sociales, la quería dejar en su puesto, en la dirección.

Allí fue donde se ventiló que había una denuncia puesta ante la Secretaría de la Función Pública, porque cobraba dos salarios, uno como director interino de Veterinaria y otro como secretario de investigación de Rectoría.

Para el Instituto Tamaulipeco de Becas, Estímulos y Créditos Educativos, ITABEC, se designó al Maestro en Salud Pública, Juan Guillermo Mansur Arzola de pésimos antecedentes, emanado del PRI y amigo íntimo de los exgobernadores priístas Eugenio Hernández Flores y Egidio Torre Cantú.

Solo por citar una acción de Juan Guillermo Mansur, fue delegado en Tamaulipas del ISSSTE, al que se le adjudica la falta de medicamentos, porque era el encargado de comprar para los derechohabientes.

Pero también de comprar una parte para la Secretaría de Salud, por sus conexiones en el ámbito federal, pero fue uno de los que llevó a la ruina a los tamaulipecos, además en el Estado, llevó al ISSSTE prácticamente a la quiebra.

En el Instituto Tecnológico Superior de El Mante, fue nombrado Director General el Maestro en Administración Industrial y de Negocios, Jesús Alberto Moctezuma Sandoval; en el Colegio de Tamaulipas, COLTAM, se nombró como Rector al Maestro en Prospectiva Estratégica, Marco Antonio Moreno Castellanos.

Pero aquí es donde viene la decepción: en la Universidad Tecnológica de Altamira fue nombrado como Rector el Maestro en Ciencias Administrativas, Juan Dionisio Cruz Guerrero.

Juan Dionisio es esposo de la diputada local, Ursula Patricia Salazar Mojica, sobrina del presidente Andrés Manuel López Obrador y por algo le dicen la de los moches.

El columnista Gildo Garza hizo una disección del profe Juan Dionisio cuando menciona:

“Juan Dionisio Cruz Guerrero, se ostenta como empleado de Servicios Educativos asalariados en el Centro de Vinculación y Desarrollo de Tampico del Instituto Politécnico Nacional (IPN) con un sueldo de 53 mil 288.90 pesos mensuales. Además cobra como asesor en la Cámara de Diputados Federal 28 mil 410 pesos, más compensación por contrato de honorarios”.

Ursula Salazar, sobrina de Andrés Manuel López Obrador, tiene un salario de 88 mil 333 pesos, más 50 mil pesos que les dan en efectivo para gastos alternos, más 32 mil pesos de retribución y 25 mil pesos extras para su asesor legislativo, quedando en más de 170 mil pesos mensuales que como Diputada Local recibe, sin tener permiso económico, percibe por no trabajar más 11 mil pesos en el CONALEP.

La educación está asegurada, los del Jardín de Niños, Primaria, Secundaria, Bachillerato y Universidad desconocen los nombramientos de directores y rectores, por eso hay que ser cuidadosos en buscar perfiles afines y no por cuestiones de politiquerías.