En su casa de revoque con zoquete, leña y puertas desvencijadas, Olga Pérez, le reza a Dios para que le ayude a mitigar su pena, mientras abraza contra su pecho la foto de su hija Santa Cristina García Pérez allá en Comitancillo, departamento de San Marcos, en la república de Guatemala, mientras en Tamaulipas, México, la gente está horrorizada por la ejecución de 19 centroamericanos que encontraron calcinados.

Santa Cristina, la segunda de 11 hijos, dejó la pobreza como sirvienta en Guatemala, para cumplir el sueño de viajar a Estados Unidos de Norteamérica, trabajar duro, enviarle dinero a su mamá Olga y pagara la operación de labio leporino de su hermanita menor, luego de que en la primera oportunidad no lo consiguió, quedando endeudada con 65 mil pesos.

En Comitancillo, San Marcos hay luto, sin la menor duda de que son sus paisanos 11 de las 19 personas que encontraron el 22 de enero en el poblado Santa Anita del municipio de Camargo, acribilladas a balazos en dos camionetas, en cuya caja estaban todavía humeantes los cuerpos calcinados, sin importar la confirmación oficial.

Lidia Tomás se siente desamparada, porque ahora sola, sin que la ayuden, tiene que hacerse cargo de su enferma mamá doña Ángela; sin padre, ahora sin su hermano Marvin Alberto El Zurdo Tomás, un futbolista de Tercera División, que salió de su equipo Juventud Comiteca para ir a probarse a la Liga MLS (Major League Soccer), pero su cuerpo carbonizado, también quedó en Camargo.

El 24 de enero, en su página de twitter, el diputado distrital de San Marcos, Mario Ernesto Galvez Muñoz redactó:

“He contactado ya a las autoridades del @MinexGt, para que se preste toda la atención necesaria a las familias para apoyar en la repatriación de los cuerpos de estos paisanos, víctimas de la inseguridad y en busca de sus sueños. QEPD”.

Luego nombró a las víctimas cuyas edades fluctúan entre 16 y 40 años de edad, siendo ellos:

Santa Cristina García Pérez, Dora Amelia López Rafael, Paola Damaris Zacarías Gabriel, Oscar Velásquez Ramírez, Edgar López y López, Adán Coronado Marroquín, Marvin Alberto Tomás Tomás, (El Zurdo); Elfego Roliberto Miranda Díaz, Osmar Neftalí Miranda Baltazar, Robelson Elías Tomás Isidro, Anderson Marco Antulio Pablo, Rivaldo Danilo Jiménez Ramírez, Iván Gudiel Pablo Tomás.

Información que ha sido compartida en redes sociales, exponen que la joven Dora Amelia, originaria de la aldea de La Estancia de Sipacapa San Marcos, tenía tres pequeños que quedaron en la orfandad.

Desde Facebook en diversas páginas de Guatemala, se organizan recolectas, para darle apoyo a la familia de la guatemalteca, porque tenía 23 años y era madre de tres niños.

Reporteros de Tele 12 Noticias, un medio de comunicación de San Marcos, manifestaron que otra de las fallecidas es Damaris Paola Zacarias Gabriel de 22 años originaria de la aldea Huitzitzil de Catarina San Marcos.

Lo único que ha informado el Fiscal de Justicia en Tamaulipas, Irving Barrios Mojica, es que recibieron un llamado de que un vehículo en la brecha de Santa Anita, se incendiaba, pero los policías al lugar de los hechos encontraron dos.

Una corresponde a una camioneta pick up, en la cual estaban dos cuerpos en la cabina, de igual forma se encontró otro cuerpo a un costado de la puerta del lado del piloto; uno más al lado de la puerta del copiloto y 15 en la caja del vehículo.

El gobernador departamental de San Marcos, Luis Carlos Velásquez, manifestó su solidaridad con las familias de los migrantes guatemaltecos y ya se coordinan acciones para el proceso de repatriación de los sacrificados hacia su lugar de origen:

“Hoy los municipios de Comitancillo, Sipacapa y Catarina sufren la partida de hombres y mujeres que buscaban una mejor calidad de vida, sin embargo, lamentablemente fueron víctimas de la violencia”. Luego publicó una condolencia en sus redes sociales.

En el lugar de los hechos, ni siquiera localizaron casquillos, por tanto la policía de Tamaulipas supone que la acción se hizo en un sitio distinto, tomando en cuenta que Santa Anita está como a 40 kilómetros frontera con Nuevo León.

En tanto, en la misa de Raúl Vera López, obispo de Saltillo, dijo:
“La migración forzada se genera por la desigualdad que existe en sus países. La prensa da a conocer que en el ejido Santa Anita, Tamaulipas, un cártel tenía 19 guatemaltecos y los encontraron calcinados. La autoridad no hace nada, son los habitantes de ahí quienes denuncian que eran guatemaltecos”.

Para el Obispo este tipo de crímenes ya han ocurrido en diversas ocasiones y se repiten por la indolencia de autoridades estatales y federales:

“No olvidemos la Masacre de San Fernando, que tampoco ha sido investigada. Esto es un ejemplo de pecado e injusticia, lo mismo que denuncia Jonás. Son un negocio porque los ayuden a pasar a Estados Unidos y sus familias se endeudan allá. Y dice la gente de Santa Anita que la casa de seguridad de donde los sacaron tenían guatemaltecos. Es la gente de ahí la que denuncia porque las autoridades se niegan a investigar”.
Así, Rosario Piedra Ibarra, Presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) de México, el 25 de enero, en un comunicado expone:

“Por la gravedad de los hechos referidos, se inician las investigaciones de oficio del hallazgo de 19 cuerpos calcinados en varios vehículos en el poblado de Santa Anita, municipio de Camargo, en virtud de tratarse de presuntas violaciones a derechos humanos en agravio de personas en contexto de migración”.

En tanto el gobernador de Tamaulipas, Francisco Javier García Cabeza de Vaca, nada ha dicho el torno a los 19 calcinados, ni siquiera sus diputados paleros del PAN han tocado el tema, muchos de ellos preocupados por su candidatura a alcalde, como Ivechita Bermea, porque ajeados de la gente humilde, ni siquiera hay sensibilidad por el dolor de los hermanos guatemaltecos.