Un juez de Ciudad Victoria sentenció a dos agentes de Tránsito de esta […]
Un juez de Ciudad Victoria sentenció a dos agentes de Tránsito de esta capital, a un año cuatro meses de prisión por golpear a un automovilista.
Los gentes procesados son Jaime Antonio y José Antonio, mismos que el 14 de diciembre de 2018 en un retén que habían instalado en 16 y Michoacán en la capital del Estado, hacían verificación antialcohol a conductores.
El conductor que los acusó expuso en su querella que los agentes viales le pidieron dinero para permitirle seguir su camino, pero que él se negó a darles por lo que los representantes de la ley lo empezaron a tundir a golpes.
Al haber dictaminado el juez la culpabilidad de los agentes viales a parte del castigo corporal que tendrán que pagar, de acuerdo con la Fiscalía Anticorrupción, no podrán desempeñar al menos por ese lapso de tiempo ningún cargo público.
Con el nuevo Sistema de Justicia Penal Acusatorio es muy común que los agentes de Tránsito cometan faltas pues la ley los limita solamente a infracciones administrativas, como son por pasarse un alto o no obedecer las señales de tráfico, pero no a llevar acabo el arresto de automovilistas al menos que se trate de flagrancia y de un delito que lo justifique.
En la entidad tamaulipeca los municipios con agentes viales más agresivos contra los automovilistas son: Madero, Victoria, Tampico y Matamoros, en estas dos últimas ciudades, los ahora exregidores America Sandoval del PRD y Antonio Amaro del PAN, son los que han defendido los derechos del pueblo pues han sido los únicos en enfrentar legal y de manera frontal los abusos de algunos malos agentes viales, acciones que han ocasionado despidos, inhabilitación, regreso del producto de la extorsión y hasta órdenes de aprehensión.
En la mayoría de los casos los agentes viales no están certificados por ende no traen boletas de infracción pero de todas maneras sus comandantes les asignan patrullas con el logotipo oficial pero sin placas oficiales como marca la ley.
El modo de actuar de estos uniformados es que cuando un automovilista comete una infracción lo detienen y enseguida vienen la pregunta de rigor:
-¿Su licencia por favor?
Luego la explicación:
-Lo paré porque no respetó el alto.
-¿Dónde trabaja?
-Muy bien se puede ir
O la otra:
Lo voy a infraccionar; me va a tener que acompañar; le voy a quitar su licencia; voy a hablarle a la grúa para que se lleve su carro al corralón.
El caso es que ya para cuando está leyendo los artículos del supuesto reglamento el agente trae en la mano una tableta donde se apoya para “hacer la infracción” pero no trae infracciones porque no está facultado; sólo está facultado para amonestar no para infraccionar. Eso el automovilista no lo sabe.
Pero como va acorralando al automovilista con que se llevará el carro la grúa y lo que sigue, obliga a que se dé un arreglo cuando llega la pregunta del:
-¿Cómo le hacemos?
Y de allí para adelante empieza lo que ustedes como automovilistas ya saben.