En un topón de los militares en los límites de Durango y Sinaloa, que tenía como objetivo atrapar a Aureliano Guzmán Loera, El Guano, hermano de El Chapo, logró escapar, mataron a uno de sus escoltas, pero detuvieron a su principal guardaespaldas, Luis N, apodado El R-8, porque aquí sí opera guardar sus datos generales, como lo ordena la Comisión Nacional de Derechos Humanos.

Al pelarse El Guano de la movilización militar, dejó como saldo una persona muerta, cuyo operativo inició por la mañana en una comunidad San José del Llano, de Badiraguato; sin embargo el enfrentamiento fue tan intenso que se extendió por más de cuatro horas y la persecución llegó hasta Durango, cerca de El Durazno, Tamazula.

De acuerdo con datos extraoficiales, el operativo dejó cuatro muertos, entre ellos, El Gringo, hijo de El Guano, aunque las autoridades aún no han confirmado su deceso.

De acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos, El Guano, es responsable de tráfico internacional de drogas. Su apodo se debe a que es ubicado por ser uno de los presuntos líderes de un brazo del Cártel de Sinaloa, que se identifica como Los Guanos.

Este grupo es una célula criminal que opera en Badiraguato y parte del llamado Triángulo Dorado. La organización de Aureliano Guzmán controla las rutas de contrabando de drogas desde Sinaloa, a través de Sonora y hasta el país norteamericano.

Su principal fuente de ingresos, el cultivo de mariguana y campos de amapola en la Cordillera de la Sierra Madre de Sinaloa.

Por los menos en dos ocasiones, Aureliano Guzmán Loera, El Guano, escapó de operativos lanzados por las Fuerzas Armadas en la sierra de Sinaloa, Durango y Chihuahua, conocida como Triángulo Dorado, la última vez que se reactivó la cacería en su contra, fue a principios de junio, cuando elementos militares tendieron un cerco en el municipio de Tamazula que fracasó.

Desde 2016, la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) elaboró todo un mapa de las áreas de influencia y los hombres clave en la estructura criminal que lidera El Guano y su sobrino Iván Archivaldo, investigación que fue detonada a raíz de la emboscada a un convoy militar que dejó como saldo 5 soldados muertos y 17 más heridos en el norte de Culiacán.

De acuerdo con documentos hackeados por el colectivo Guacamaya, el Ejército Mexicano desplegó una importante cantidad de tropas en el casco urbano de la capital en octubre de aquel año, dispersaron operaciones en el Triángulo Dorado, identificación a la estructura criminal al servicio de los Guzmán y detuvieron a 23 personas de las cuales la mayoría quedó en libertad debido a la corrupción endémica en la Delegación de la Fiscalía General de la República en Sinaloa.

De hecho, la comandancia de la Tercera Región Militar pidió gestionar ante Quirino Ordaz Coppel, quien asumiría la gubernatura el 1 de enero de 2017, el cambio de todo el personal de la Delegación de la FGR, debido a graves indicios de complicidades con la delincuencia, una radiografía que hoy desnuda la forma de operar de la dependencia encargada de investigar al crimen organizado en el país.

El Guano, se volvió un blanco prioritario para las Fuerzas Armadas luego de la captura de su hermano Joaquín “El Chapo” Guzmán en enero de 2016.

A partir de ese año Aureliano desató cruentas venganzas en la región alteña de Badiraguato, en los límites con Durango y Chihuahua, rompió alianzas, reorganizó grupos, armó a sus células, que combatieron a las de Alfredo Beltrán Guzmán, “El Mochomito” o “El Dos Banderas”.

Al día siguiente del ataque el Ejército desplegó casi 400 elementos en el casco urbano y detuvieron en una primera oleada a 17 personas, decomisaron armas, granadas, casas y 52 vehículos.

El reporte de la SEDENA advierte que dentro de los detenidos, la FGR liberó a Jorge, “El 90” Cristian Fernando, Wilfrido y Armando, El Bob Esponja. También soltaron a Cristian, El 300, El Oso y El Buitre, los detenidos por la Marina.

Sobre las liberaciones “por falta de elementos”, los mandos reportaron la corrupción endémica en la Delegación de la FGR.

La ficha dice “Involucramiento de autoridades”.

Personal de la SEIDO ha detectado indicios de involucramiento de funcionarios de la Delegación de la PGR en Culiacán.

El modus operandis de esta simbiosis era devolver droga asegurada por militares a los delincuentes, simulando su destrucción con otras sustancias similares.

También encontraron que el personal se negaba a hacer indagatorias bajo la excusa de temer represalias, además los agentes de la FGR filtraban información de procesos judiciales a los abogados quienes se adelantaban con datos claves con los que lograban liberar a sus clientes:

Estrecha relación afectiva entre abogados defensores y el personal de la Policía Ministerial Federal (chocan la mano y se abrazan y gracias a estas amistades, los delincuentes tenían facilidades y pruebas para que los jueces resolvieran a su favor.

En tanto el 9 de julio por la mañana El R-8, es identificado como jefe de seguridad de El Guano durante un operativo por el personal del Ejército Mexicano y de la Guardia Nacional en el poblado El Durazno, en Tamazula, Durango.

El R-8 es del primer círculo de seguridad de El Guano se le liga al Cártel del Pacífico, se le vincula con el asesinato de varios hombres cuyos cadáveres fueron encontrados decapitados y se le vincula con el intento de asesinato de tres de los integrantes de Los Chapitos liderado por Iván Archivaldo, hijo de El Chapo Guzmán.
En la grabación filtrada a los medios, muestra el momento en el que El R-8 es ingresado por las fuerzas federales a una aeronave, se puede observar al jefe de seguridad custodiado por al menos media docena de soldados y guardias nacionales.